A Farrokh Bulsara
La música de un alarido enfermo recortaba las hojas de las noticias,
abatido y solo vivía ya en un rincón con su bella voz,
el viento transportaba su último aliento de esperanza,
«todo continua» decía.
Abatido y digno de un dios griego,
amarillentos y borrachos trazos de una vida demasiado dura.
¿Quién quiere vivir eternamente?
Una visión, un hombre invisible que muere en su propia fiesta,
la lluvia que trae un ansiado milagro silencioso y tenue,
mojando todas las flores del campo e inundando los valles de sol,
mostrando al mundo su escándalo.
En sus manos tuvo el poder de una guitarra muriente,
en su garganta tuvo mil palabras y no tuvo tiempo de cantarlas,
todo se le fue precipitadamente, en un suspiro,
pero su arte permanecerá eterno, volando,
siempre libre, sin dependencias, odiado y querido,
pero jamás olvidado.
Así que, ¡no vuelvas voz!
porque nunca te has ido…
¿Quién quiere vivir eternamente?
Necesitábamos un poco de tu magia…
Iñaki Navarlaz Rodríguez
Imagen de El País
Oh, mi artista preferido sin duda. Abrí este blog con una canción suya.
Precioso homenaje. ¡Buen finde!
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Muchas gracias Luna. Muy grande, inigualable.
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Ser de cualidades físicas únicas, como cada uno de nosotros, pero en su caso bien explotadas, buen rictus a un grande
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